Son unas galletas caseras espolvoreadas con almendra crujiente, se deshacen al comértelas y están muy crujientitas y, por supuesto, están para ‘chuparse los dedos’…
Ingredientes: (Salen unas 30 ± tamaño galleta maría)
- 125 gr. de harina
- 125 gr. de azúcar glas o en grano
- 125 gr. de mantequilla
- 1 huevo
- 1 cucharada sopera de leche
- 70 gr. de almendra en grano para espolvorear por encima las galletas
Preparación:
Ponemos en un bol la mantequilla a punto de pomada, el azúcar, la leche y el huevo, mezclamos todo muy bien hasta que queden totalmente integrados.
Agregamos la harina poco a poco y vamos mezclando con movimientos suaves y envolventes hasta que quede una masa homogénea.
Preparamos una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
Metemos la masa en una manga pastelera con una boquilla redonda lisa y vamos poniendo pequeñas porciones sobre la bandeja de horno, también podemos ponerlas con dos cucharas de postre. Debemos dejar espacio entre los montoncitos porque van a expandirse y se podrían pegar.
Las espolvoreamos por encima con la almendra en grano.
Precalentamos el horno a 180º C con las resistencias de arriba y abajo y con ventilador (si tiene el horno).
Metemos la bandeja en la 2ª guía del horno (contando de abajo hacia arriba) y horneamos durante 8/15 minutos, dependiendo del horno ya que todos no hornean igual, o hasta que tengan un color tostado no muy oscuro por los bordes.
Apagamos el horno y las dejamos dentro 5 minutos más con la puerta entreabierta unos 3 dedos para que queden más crujientitas.
Las sacamos del horno y las dejamos enfriar antes de manipularlas.
Si las metemos en latas o recipientes para galletas durarán crujientes mucho más tiempo.